viernes, 8 de mayo de 2009

El fundamentalismo de la imagen en la sociedad del espectáculo

El fundamentalismo es la exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida (RAE). Un claro ejemplo es el de índole religiosa, como el caso de la pintura icónica medieval.
Entre la crítica y la didáctica moral, pasando por el anticlericalismo o el surrealismo, el poder expresivo de las imágenes de El jardín de la delicias de El Bosco es un clásico.

Por una parte, adoctrina en la estructura del cuadro con el cielo, la tierra y el infierno y, por otra, expresa una crítica al clero a través de las imágenes en detalle.
Este cuadro es todo un espectáculo que podemos admirar y estudiar en el siguiente enlace:

http://maps.google.es/maps/mpl?moduleurl=http://pradomuseum.googlecode.com/svn/trunk/themasterpieces.xml&utm_campaign=es&utm_medium=ha&utm_source=es-ha-emea-es-sk-mp&utm_term=museo%20prado%20google

De esta lectura, extracto tres párrafos muy significativos, según mi punto de vista:

La imagen, por su propia naturaleza se dirige más a la afectividad de
las personas que a la razón, invoca un pensamiento mágico antes que uno lógico.
Esta emotividad e irracionalidad es la base del funcionamiento de los lenguajes
audiovisuales de los medios de información de masas.

Las estrategias básicas de las industrias de la información son
el mimetismo mediático y la hiper-emoción (Ramonet, 1998)

Rudolph Arnheim predijo que el ser humano confundiría el mundo percibido
por sus sensaciones y el mundo interpretado por el pensamiento, y creería que
ver y comprender forman un solo concepto.


El reto es asistir al espectáculo con ojo crítico y sentido racional para identificar los elementos de seducción y manipulación y hacerlos trasparentes para leer el verdadero significado del mensaje audiovisual.

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